Operación Forged Hope, francotiradores

A media mañana el grupo de mercenarios mournival decidimos hacer una incursión por el flanco izquierdo de la ciudad, para hostigar a las fuerzas de la policía iraquí, junto a nosotros se nos habían unido dos iraquíes de la insurgencia, uno de ellos, cuyo nombre en clave era Darknels, llevaba además del habitual ak47 de las fuerzas insurgentes, un fusil de francotirador, un kar98, un rifle antiguo, pero de lo mejorcito que fabricaron los alemanes en la segunda guerra mundial. Yo por mi parte, Beckett, era el francotirador del grupo de mercenarios, eso sí disponía de algo más de tecnología a mi favor, un m21.
Nada más empezar nuestro avance, el hombre en punta divisó una patrulla de la coalición, Máximus, el sargento, nos indicó a los dos francotiradores que tomásemos posiciones en el flanco para poder informar del número y dirección de la patrulla. Pudimos ver con nuestras miras que eran unos 8, y se dirigían al cruce en el que se encontraba nuestro grupo a la espera. Se nos ordenó tomar posición en uno de los pisos superiores de una casa del cruce, para poder establecer allí un punto de tiro con nuestros rifles, mientras el resto del grupo harían de cebo.
Darknels y yo subimos al primer piso de una de las casas, en la que habían dos ventanas pequeñas, realmente muy pequeñas. Tomamos posiciones en el interior de la casa, a varios metros de la ventana,
para no ser detectados desde fuera, ambos cubríamos el cruce al que se dirigía la patrulla de la coalición.
La táctica funcionó, el resto del grupo atrajo la atención de la patrulla, pasó el primer soldado, al que no disparamos, y fue al segundo al que disparamos los dos a la vez hiriéndolo. No sabían desde dónde les habían disparado, estábamos en una posición ideal, a cubierto y sin posibilidad de ser detectados. La adrenalina me corría por las venas. No hay mejor sensación para un francotirador que disparar a su objetivo sin ser detectado.
Apareció otro blanco, al que abatimos, se habían dado cuenta de que les estaban disparando francotiradores...
El siguiente soldado pasó corriendo por nuestros ángulos de visión, ambos disparamos, aunque no pudimos ver si lo habíamos abatido, el siguiente blanco fue el mejor: vimos aparecer uno de los soldados que
quedaban de la patrulla arrastrándose, intentando cruzar la calle, creía que estaba a salvo... Darknels y yo nos miramos, no podría ser un blanco más claro, le disparamos los dos a la vez a la cabeza y lo abatimos.
Finalmente el resto de hombres de la patrulla se desmoralizó y se retiró, lo habíamos conseguido, aquella mañana abatimos a 6 soldados de la coalición con nuestros rifles desde aquella posición.